LOBEZNO HONOR

Acercarme a los comics de X-men  de Claremont no me fue fácil. Acostumbrado a historias más inocentes el ver a un superhéroe morir, ya en su segunda aventura, no lo asimilé demasiado bien. La excusa, ya tenían a Lobezno, no necesitaban a otro personaje de similares características. Ave de trueno debía morir y eso me sentó como una patada en los... Pero quedaba Logan y decidieron que tenía que ser algo más que un enano cabreado con garras irrompibles y difícil de matar.
Chris Claremont y Frank Miller (sin olvidar a Josef Rubinstein y Glynis Wein)  decidieron que Logan tenía que ser mucho más y así nació Honor.

Y que mejor manera de llamar la atención del lector que que pidiéndole amablemente que se acerque. ¿Estamos de acuerdo, nenes?

Lo bueno que tiene Claremont es que, en cada numero se encarga de recordarte que habilidades y poderes posee Logan y en que punto de la historia estás, y así es muy fácil engancharte en cualquier momento a la trama de la película y se te hace imperativo saber como ha empezado todo este embrollo. Después de terminar esta historia ves a Lobezno con otros ojos y te das cuenta de que no se puede juzgar a nadie sin conocerlo.
Quizás, sin esta historia, Wolverine no hubiera sido más que un personaje secundario de la Patrulla X. Aunque ya en los primeros números de X-Men llamaba poderosamente la atención.
Lo mejor de Lobezno junto a la etapa de Claremont y Buscema, está aquí, ninjas, samurais, yakuza, amor, odio, honor, fracaso, redención, venganza, espías, mutantes, héroes, villanos, muerte, etc...
Si has leído esto te olvidarás de la película Lobezno Inmortal. Si no lo has leído ya estás tardando. No te arrepentirás. Logan lo tiene claro.

Adeu, el próximo, El último ke zierre o a cara de perro.

Por cierto, las películas de Lobezno son muyyyyyyyyy malas. No parece un samurai, más bien parece un saco de boxeo con patas.